La Fuerza Aérea de Corea del Sur afirmó que la ciudad fue golpeada después de que una bomba lanzada desde un avión de combate cayera accidentalmente fuera del área de disparo.

Residentes en la ciudad surcoreana de Pocheon, en la provincia de Gyeonggi, cerca de la frontera fuertemente militarizada con Corea del Norte, han exigido el cese inmediato de los ejercicios militares entre EE.UU. y Corea del Sur tras un bombardeo accidental que ha dejado al menos 15 personas heridas y múltiples edificios destruidos.

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El bombardeo de infraestructuras civiles durante el ejercicio militar resultó en la caída de 8 bombas, entre ellas una bomba MK82 de 222 kg de fabricación estadounidense que cayó en un área poblada. El impacto dañó varios edificios, incluida una iglesia, y dejó a 15 personas heridas, de las cuales dos se encuentran en estado crítico.

La Fuerza Aérea de Corea del Sur afirmó que la ciudad fue golpeada después de que una bomba lanzada desde un avión de combate cayera accidentalmente fuera del área de disparo designada para las maniobras.

Este incidente ha reavivado las protestas de los residentes, quienes durante años han manifestado su preocupación por los disturbios y el peligro potencial de los campos de entrenamiento cercanos.

No es la primera vez que los civiles surcoreanos sufren las consecuencias de los ejercicios militares conjuntos con EE.UU. En 2010, durante una maniobra militar conjunta, varios proyectiles de artillería fueron lanzados hacia las aguas territoriales norcoreanas, lo que provocó un ataque de represalia por parte de Corea del Norte, dejando un saldo de cuatro surcoreanos muertos y 22 heridos.

Pyongyang considera que los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y EE.UU. son un ensayo para una invasión.

Desde el final de la Guerra de Corea, que tuvo lugar entre 1950 y 1953, el ejército estadounidense ha llevado a cabo maniobras militares regulares en colaboración con Corea del Sur. Actualmente, Estados Unidos mantiene desplegados a más de 24.000 militares en territorio surcoreano.

Estas acciones bélicas siguen alimentando la tensión en la península coreana, mientras que la población de Pocheon y otras zonas afectadas continúan exigiendo seguridad para sus comunidades.

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